3. 5 Precauciones

Ecoturismo y uso responsable del medio ambiente

Afortunadamente el ecoturismo se va asentando en nuestra sociedad como actividad de ocio. Sumarle un atractivo cultural a una actividad campestre es ponerle una magnífica guinda. De buen nacido es dar recomendaciones para evitar errores que otros ya han cometido, y si éstas se consideran excesivas o inoportunas, es preferible pecar de precavido que de aventurero.

Nuestros montes están llenos de cernícalos de muchos tipos, y contra ellos, poco podemos hacer. Sin embargo, si nos consideramos ave de otro pelaje, se comprenderá la intención de las recomendaciones y precauciones que a continuación se proponen.

La primera es obvia, ya que el disfrute del dolmen debe ir seguido de la preocupación por su intacta conservación. Muchos megalitos han sido y son lugar de encuentro: el menhir de Mitjarán en Vielha (Valle de Arán), ha sido lugar de cónclave o asamblea de los ancianos del Valle durante siglos para tomar decisiones. Pues bien, el simbolismo e importancia histórica de los megalitos no debe ser profanado por vándalos. Ya sabemos que no se le ha dado mucho valor a las grandes piedras durante milenios, pero ahora ha llegado el momento de comprometernos con ellas para su conservación.

La segunda es reiterativa. La flora y fauna que domina los alrededores de una estructura tumular está allí, y debe permanecer así, ya que integran al monumento en un paraje único. Multitud de animales han hecho de las losas su refugio y morada. Conejos, liebres, ratones, lagartos y culebras, entre otros, viven en el dolmen. La visita del mismo no debe ser motivo para que emigren a otro lugar, ya que al marchar el turista, el animal puede seguir disfrutando de su roquedo particular.

Vandalización del Dolmen de Candeán en Vigo, Pontevedra en 2016
¿Qué decirle al mastuerzo que ha hecho esta barbaridad? Esta ciudad tan céltica no merece la insensibilidad histórica sobre nuestro patrimonio cultural. El incidente se ha repetido en Los Gabrieles, en Valverde del Camino en 2021.

Idéntico razonamiento sirve para la vegetación que aún pervive en la zona y en el camino de acceso al megalito, ya que éste suele estar enclavado en un lugar escogido, y la naturaleza ha aprovechado el aislamiento para desarrollar todo su potencial forestal.

La tercera consiste en describir medidas de seguridad evidentes para alguien que transite de forma asidua campos y montes:

  1. Conocer los propios límites físicos, evitando el exceso de confianza.
  2. Interesarse por la meteorología del momento, y planificar la excursión con buen tiempo.
  3. Llevar el material adecuado para una marcha, ya que hasta el dolmen mejor indicado requiere un paseo, una ascensión, o simplemente, saltar unas vallas con zarzas. Calzado de trekking, ropa variada, chubasquero y agua son objetos mínimos a tener en cuenta.
  4. El teléfono móvil es un gran invento cuando nos separamos de la civilización, ya que en caso de extravío o accidente en un monte, la falta de cobertura no es óbice para que nos puedan localizar.
  5. Evitar contacto con animales peligrosos. Lo normal es que jabalíes, lobos o culebras escapen a toda velocidad, pero si no lo hacen, la experiencia recomienda realizar movimientos que nos distancien de ellos.
Dolmen alentejano en finca con ganado. Sin molestar a los becerros podemos llegar tranquilamente al megalito y degustarlo.
Tenemos un compromiso con el dolmen y un acuerdo con el propietario de la finca que tenemos que pasar para poder verlo: tenemos que cuidar también su finca y sus pertenencias.

Para rematar, una nueva obviedad. Las zonas rurales están habitadas; con baja densidad, pero habitadas. El respecto a las gentes de campo, a sus propiedades y actividades económicas, debe ser muy tenido en cuenta con acciones sencillas, como cerrar puertas o zarzos de las fincas por las que se transita, evitar cruzar sembrados, y otras muy simples, como determinar si el toro que nos observa fijamente en la dehesa es de lidia o de carne.