5.9 Euskadi

La Rioja Alavesa, la comarca de Salvatierra, y los Montes Vascos Orientales (Aralar, Urbasa-Entzia) son los tres grandes focos megalíticos de Euskadi, aunque toda su geografía se encuentra salpicada de dólmenes y menhires en diferente estado de conservación.

Se trata de una de las zonas peninsulares en que los dólmenes están mejor estudiados y tratados, y ello se debe, fundamentalmente, al interés científico que suscitó el fenómeno en el s. XIX, a la vinculación etnográfica que desde el primer momento impregnó dicho estudio y, cómo no, a la bien conocida tradición vasca de disfrutar de los montes como lugar de ocio.

La Rioja Alavesa, y más concretamente la comarca de Laguardia, posee una interesante concentración de sepulcros de corredor de raíz occidental. En esta zona, la visita de las estructuras tumulares viene ineludiblemente unida a la de bodegas y restaurantes de reconocida calidad.

Dolmen de Sorginetxe. Arrízala. Álava.

Salvatierra, enclavada en el corredor que une Vitoria con Guipúzcoa y Navarra, tiene un área circundante próxima a sierras que fueron muy transitadas en el Neolítico. A los dos monumentos recogidos en la guía hay que unir el atractivo de las villas de la zona, y la ya comentada cercanía de la montaña. Todo ello sin que olvidemos darle gusto al paladar con una oportuna visita a los restaurantes de la comarca.

Las sierras de Entzia, Urbasa y Aralar, como también se recoge en el capítulo dedicado a Navarra, poseen un importante número de túmulos y menhires datados en una época tardía, como es el Cobre. Estos dólmenes de “montaña” están muy vinculados a las tradiciones ganaderas que desde tiempo inmemorial se han desarrollado en estas tierras. Producto de esta actividad es el muy preciado queso Idiazábal.

Relación de megalitos vascos que se muestran en las fichas a continuación: