Los dólmenes de Castilla-La Mancha son pocos, y han sido estudiados recientemente. Por tanto, no se trata de una zona de alta concentración dolménica, pero sí densa en estudios científicos de las estructuras y de sus ajuares.
Por ello, las dos zonas que cuentan con ejemplares, se ven reflejadas en esta guía. La primera es la parte occidental de la Provincia de Toledo, en el eje Norte-Sur que coincide con la Cañada Real Leonesa.
La visita de esta zona permite conocer las estribaciones de la sierra de Gredos, el valle del Tajo, y la sierra de Toledo. Como muestra de lo que allí se puede observar, destaca la riqueza ornitológica de este tramo del Tajo, localidades históricas (Oropesa y Talavera de la Reina), ruinas arqueológicas de interés (Los Vascos), y la gran tradición alfarera de la comarca.
En la otra esquina de la Comunidad Autónoma, aunque también más en Castilla que en La Mancha, destaca el foco de la comarca de Alcolea del Pinar en Guadalajara. Se trata de un conjunto muy descuidado, pero que ofrece la particularidad de su aislamiento respecto otras zonas megalíticas.
Las villas de Sigüenza y Molina, la sierra de Ayllón, y el Alto Tajo, son, junto a los asados locales, parte de una excursión imprescindible tras la visita del dolmen.
Relación de megalitos castellano-manchegos que se muestran en las fichas a continuación: